¡ Indignante! Resulta ahora que las negligencias medicas se califican de desafortunadas como si se tratara de un infortunio o mala suerte de las víctimas de mala praxis médica, esta burla lo único que genera es indignación y rechazo.
La sociedad civil, los pacientes víctimas de negligencias médicas debemos emprender una lucha, contra los malos profesionales de la salud, muchos de ellos enquistados en el sector salud, que son bastante conocidos – pertenecen a grupos de poder en este sector, quienes decoran su consultorio con toda una colección de diplomas de todo tipo, que van desde títulos, diplomados, hasta certificados de asistencia a congresos, cursos que son pagados por algunos laboratorios, y que no garantizan su calificación. Están acostumbrados a comprar jueces y fiscales, conviven con la corrupción, manipulan la ley para sus fines e intereses particulares.
Todo esto es el resultado de la proliferación de universidades ligadas con grupos de poder político o económico. Esta situación se agudiza a partir de la creación de universidades con fines de lucro, que se encuentran al amparo del decreto legislativo 882 de 1996. Se considera al alumno como cliente, esto significaría que la universidad les esta vendiendo el título profesional al crédito, pagando mensualmente la cuota bajo el nombre de pensión. Cuando el alumno termina de pagar todas sus cuotas se le hace entrega del objeto de la venta – el título profesional, a nombre de la nación. Aquí no interesa si el alumno aprendió, que aprendió y cuanto aprendió, solo que termine de pagar sus cuotas. Esta situación es mas dramática en el caso de carreras relacionadas a la salud de las personas, como es el caso de la medicina. El resultado es que se tienen muchos profesionales que científica, ética y moralmente no están preparados, porque se encuentran alejados de lex Artis de la medicina, a quienes incluso el escritorio, de burócratas (administradores de instituciones médicas), les queda grande.
La mala formación de estos médicos (falta de conocimientos necesarios), conlleva el someter a los pacientes a procedimientos innecesarios, costosos, tratamientos inadecuados, diagnósticos equivocados; exponiendo al paciente a riesgos a los que nunca debió estar expuesto. Todo esto, resulta ahora que es infortunio y no negligencia médica. Como la ignorancia es atrevida, se muestran soberbios, ante sus errores - afirman no ser Dios, porque No tiene sentimiento de culpa, todo lo contrario dicen siempre “es el paciente el culpable”. Sin embargo, debemos tener presente, que en muchos casos saben perfectamente que la mala praxis o ensañamiento está penado pero como va a tener el respaldo frente a la mala praxis de otro colega, se amparan en hacer espíritu de cuerpo de las entidades profesionales, como el colegio médico quienes los cubren, las autoridades del ministerio de salud los protegen, las autoridades judiciales corruptas y como van contar con el beneplácito de las autoridades de turno, no les preocupa mucho. Ven en el paciente solo una fuente de ingresos, que les generan recursos económicos – si no es uno, será otro y que convierten a la salud en un negocio rentable.
Nuestra lucha, no solo es contra el médico negligente sino también contra jueces, ministerios públicos, instituciones de arbitraje medico, autoridades del sector salud, conafu – responsable de autorizar el funcionamiento de universidades nuevas, la Asamblea Nacional de Rectores, etc. La única solución es inhabilitarlos de por vida quitándoles la licencia para el ejercicio profesional como médico.
¡No rendirnos y no cesar en nuestra lucha! que algún un día se nos reconocerá la razón.
Por: víctimas de mala praxis médica
