martes, 2 de marzo de 2004

Una cirugía poco estética



Claudia Urra y Sandra Labarrera muestran el estado de sus
heridas luego de nueve y diez días de cicatrización.

Adoloridas e indignadas. Así estaban Sandra Labarrera Allende y Claudia Urra Labarrera, madre e hija, quienes llegaron desde Tacna arrepentidas de haber ido a practicarse allí sendas cirugías plásticas.Ambas lucían notorias suturas que les cruzaban de lado a lado el abdomen; en el caso de la primera, marcas rojas abajo y al lado de los omóplatos. Tras un par de visitas, llegaron a la consulta del Dr. Ángel Ernesto Arce Sánchez, médico cirujano, registro 7710 del Colegio Médico del Perú, quien les pareció serio y les aseguró que las dejaría como en la foto de una revista que les mostró, eliminándoles las estrías y haciéndoles un nuevo ombligo, además de una lipoaspiración, todo por un global de 900 mil pesos.

Según relataron, hace tiempo que ambas querían intervenirse, para sacarse algo de grasa abdominal, eliminar las estrías y, en el caso de la madre, también algunos "rollitos" detrás de los brazos. Pero, el costo de un millón y medio de pesos por una abdominoplastía (operación al abdomen) les parecía alto.
En Antofagasta, donde trabajan, trabaron amistad con una ciudadana peruana, que les contó que en su país era mucho más barato operarse. Así, juntaron dinero, hasta que la tercera semana de febrero emprendieron el largo viaje en auto desde la capital de la Segunda Región hasta Tacna.
Allí buscaron un hotel y salieron a preguntar por cirugías plásticas. "Una persona en la calle estaba repartiendo folletos y fuimos a ver al doctor que salía ahí, pero no nos dio confianza, por el aspecto de su consulta y porque hablaba como charlatán", relataron.

COMO LA FOTO
Tras un par de visitas, llegaron a la consulta del doctor Angel E. Arce, médico cirujano, registro 7710 del Colegio Médico del Perú, quien les pareció serio y les aseguró que las dejaría como en la foto de una revista que les mostró, eliminándoles las estrías y haciéndoles un nuevo ombligo, además de una lipoaspiración, todo por un global de 900 mil pesos.
A Sandra, de 38 años, la operó el miércoles 18 de enero; a su hija, de 18, al día siguiente, en una casa con una habitación habilitada como quirófano. A ambas, después de un par de horas de terminada la intervención, las envió en auto de vuelta al hotel.
Según contaron, el sábado 21, cuando se sacaron las vendas, se dieron cuenta de cómo habían quedado. Todos los días, a las siete de la mañana y a las siete de la tarde, el médico pasaba por el hotel para inyectarlas, así que apenas lo vieron ese día le reclamaron.
Después de un rato de discusión, el doctor accedió a operar de nuevo a Sandra. Pero la nueva intervención no solucionó nada.
Por fin, el jueves 26, convencidas de que habían cometido el error de sus vidas, fueron al Hospital "Hipólito Unanue" de Tacna, donde les recetaron antibióticos y antiinflamatorios. Les dijeron que no podían hacer nada más por ellas.
A día siguiente, a través del Consulado de Chile en Tacna, lograron que el médico les devolviera 110 mil pesos, porque "ya no nos quedaba para seguir pagando alojamiento y comer". Así que regresaron a Chile.

POCO PROLIJO
En Arica fueron a la Unidad de Emergencia del Hospital "Doctor Juan Noé". El doctor Daniel Núñez, quien las examinó, dijo luego que técnicamente lo que les hicieron fue una abdominoplastía, pero con un procedimiento "poco prolijo".
"Fue un trabajo chapucero (tosco)", opinó, "y el resultado no va a ser muy estético". En todo caso dijo que ninguna de las dos tiene complicaciones ni está en riesgo, sólo tienen que terminar su postoperatorio en reposo.
El cirujano plástico ariqueño Hernán Sudy opinó que si las enviaron de regreso a su hotel el mismo día de la operación, se expusieron a un serio riesgo, porque ese tipo de intervención requiere al menos tres días de hospitalización.
"Esto prueba una vez más que lo barato cuesta caro. A mí me ha tocado varios casos de gente que se ha operado en Tacna y ha vuelto con cirugías de mamas con cicatrices horribles o con implantes de mamas o de glúteos que se han infectado. Incluso hace tres años una señora falleció después de hacerse allí una liposucción. Pero la gente insiste en ir a operarse a Perú. Si ellas buscaron un cirujano preguntando en la calle, lo que le pasó es culpa suya".

fuente:La estrella de Arica/cl